Mujer Polvo

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He decidido cargar unos cuantos decibeles esta vez, ya que topado con algo mas que una circunstancia. Me encuentro ante la genialidad de unas palabras y aún más geniales son por su contenido autentico y poético dentro de ese caos de palabras que sabe manejar el autor del próximo relato, que considero la tautológica del profundo ser que cada uno guarda dentro cuando uno encuentra aquella mujer polvo.
Buena charla fue antecesora de este breve fragmento que debo agradecer a esa persona con la que me gusta tanto alimentarme y volverme ese ser despiadado que lamentablemente controlo en este blog.
Un profundo agradecimiento a tus líneas querido amigo que escribes las siguientes líneas, espero que no sean las últimas y que dentro de la trama de nuestra aventura literaria que considero que aún no llega a buen recaudo, sean infinitas.
Gracias por el alimento de tus ideas, palabras y letras.
A continuación los dejo a hueso y pellejo, a vena y sangre con El señor H:


La Mujer Polvo

El sexo debe hacerse con gracia, con electricidad; como esos cabellos flotantes que hacían cosquillas entre mis piernas, con esa lengua reptante y avasalladora. No recuerdo su nombre ni el color de sus ojos, no me meto un polvo con una mirada ni con un nombre por más exquisitos que sean. El sexo debe ser divertido y estresante. Primitivo. Como esa mandíbula ácida que conocí por una noche, como esos colmillos salvajes alimentándose con la firmeza de mis costillas.
Primero una sonrisa pícara tuya y después un poco de sangre ¿duele? No cuando ella aprendió donde atacar, no cuando cura mis heridas al frotarme con sus jugos íntimos.
Ella conoce el arte de descifrar las respiraciones, sabe como sonreír de espaldas y gime en el decibel exacto. No pierde el tiempo buscando palabras, no las desea, prefiere encontrar un ritmo diferente; disfruta verlo todo: las piernas abiertas como una tijera a punto de cortarme en cada golpe, una vulva afilada. Ella nació para el sexo, ella es La Mujer Polvo. Una sombra anónima que se pierde como una silueta entre mis recuerdos, una arpía y un súcubo ideal que va drenando entre espasmos la memoria del semen.
He decidido bautizarte Lilit y quisiera escribir todo sobre ti, pero tu figura me llega como ráfagas intermitentes, como un corto circuito. No sé donde buscarte, sólo te reconocería por las calles si las mujeres se levantan las faldas y me muestran sus labios verticales, si les rasuro el coño ¿a todas? ¿algunas? Mejor a las más importantes, a las mujeres de vidas transitadas y mandíbulas hirientes. A las hermosas. A las que saben follar.

invertebrado

Some say he’s half man half fish, others say he’s more of a seventy/thirty split. Either way he’s a fishy bastard.

1 comentarios:

Freak Doll dijo...

El puente se alarga desmesuradamente
en el cenit en el aire del lino fresco
La ciudad ascendía girando hacia mí
con sus arterias recorridas por los grandes barcos

Desciende ahora hacia el horizonte
donde alguien desaparece
quizás la viajera
Su fuga deja sobre el vidrio deslustrado
Sólo una lluvia de violetas negras

De pronto el trineo se abalanza en medio de los bailarines
La noche se abre
sobre las terrazas nacardas de los personajes
altos, inmóviles, vestidos de niebla azul
Dirigen la recolección cuyo derecho acaba por fin de ser reconocido

Sin límites el deso se recrea
Desde los frutos de la tierra hasta los frutos de las olas
Hasta los maravillosos frutos de carne
En un bosque hecho con todas las plumas del pájaro lila
Un seno, una estrella en una mano de hombre
Las parejas se reflejan una en otra
formando una galería de fuego
que desemboca muy lejos, en campo raso

Jean-Louis Bedouin